Gyrinocheilus Asesino
Publicado: Lun, 15 Dic 2008, 17:28
Hola Amigos
Les quiero contar un gran problema que he tenido con mi Gyrinocheilus. Desde el principio todo comenzó mal, pero con el paso de los meses ha ido empeorando, llego al acuario como todo pez en un nuevo hogar, tímido y con la inocencia a flor de escamas, pero todo esto era solo apariencia, ya que de a poco comenzó a forjar su verdaderas intenciones, y era de apoderarse del acuario, y no solo los rincones, sino que también de las pequeñas cuevas que ya eran habitadas por hermosos apistogramas que su vida de un momento a otro dio un giro inesperado.
Al verse enfrentado a una firma negativa por parte de unas crenicarias de dejar su hogar, opto por lo mas sangriento, y fue de eliminar al macho dominante del grupo, pero no todo quedo ahí, sino que también, elimino al pequeño de los apistogramas y todo para dar un ejemplo de poder sobre los demás.
Al ver tal espectáculo, inicie una ferria persecución , que me tomo varias horas, y abarco todo el acuario, se escondía detrás de plantas y troncos, pero le fue en vano, al apresarlo, procedí a enjaularlo como vil delincuente que era, y dejarlo preso por días recluido en su celda de plástico transparente, hasta decidir su destino final. Pero ocurrió lo inimaginable, un día se dio a la fuga y por mucho tiempo no se supo de sus fechorías. Hasta que hace una semana que observaba mi acuario y de repente vi un grotesco espectáculo, unos de mis mejillones yacía inerte en el fondo del acuario, su cuerpo había desaparecido quedando solo su concha vacía sin poder entregar indicios de quien había sido el responsable de su muerte. Triste por tal suceso, me dedique a investigar y seguir la huellas del malhechor. Y fue ahí, el día de ayer que pude presencia in situ, lo que ya a viva voz los otros peces decían, el responsable tenía nombre y apellido “Gyrinocheilus Asesinus”, era él devuelta y con feroz hambre de muerte, engullía a otro mejillón que yacía muerto ante la mirada atónita de los demás habitantes del acuario que por temor no lo denunciaban. Es así que aún anda suelto por los rincones más oscuros del acuario, asechando con su boca de ventosa y al menor descuido, atacara y dará muerte a quien ose de cruzársele por su camino solo con el único fi, ser el dueño del Acuario.
Bueno amigos, esa el la historia de mi pececillo que aún no es capturado, pero como dice el refrán. “No hay fecha que no se cumpla, plazo que no se venza, ni deuda que no se pague”, y así que de un momento a otro, será desterrado para siempre del que fue su única obsesión “Su Acuario”.
Les quiero contar un gran problema que he tenido con mi Gyrinocheilus. Desde el principio todo comenzó mal, pero con el paso de los meses ha ido empeorando, llego al acuario como todo pez en un nuevo hogar, tímido y con la inocencia a flor de escamas, pero todo esto era solo apariencia, ya que de a poco comenzó a forjar su verdaderas intenciones, y era de apoderarse del acuario, y no solo los rincones, sino que también de las pequeñas cuevas que ya eran habitadas por hermosos apistogramas que su vida de un momento a otro dio un giro inesperado.
Al verse enfrentado a una firma negativa por parte de unas crenicarias de dejar su hogar, opto por lo mas sangriento, y fue de eliminar al macho dominante del grupo, pero no todo quedo ahí, sino que también, elimino al pequeño de los apistogramas y todo para dar un ejemplo de poder sobre los demás.
Al ver tal espectáculo, inicie una ferria persecución , que me tomo varias horas, y abarco todo el acuario, se escondía detrás de plantas y troncos, pero le fue en vano, al apresarlo, procedí a enjaularlo como vil delincuente que era, y dejarlo preso por días recluido en su celda de plástico transparente, hasta decidir su destino final. Pero ocurrió lo inimaginable, un día se dio a la fuga y por mucho tiempo no se supo de sus fechorías. Hasta que hace una semana que observaba mi acuario y de repente vi un grotesco espectáculo, unos de mis mejillones yacía inerte en el fondo del acuario, su cuerpo había desaparecido quedando solo su concha vacía sin poder entregar indicios de quien había sido el responsable de su muerte. Triste por tal suceso, me dedique a investigar y seguir la huellas del malhechor. Y fue ahí, el día de ayer que pude presencia in situ, lo que ya a viva voz los otros peces decían, el responsable tenía nombre y apellido “Gyrinocheilus Asesinus”, era él devuelta y con feroz hambre de muerte, engullía a otro mejillón que yacía muerto ante la mirada atónita de los demás habitantes del acuario que por temor no lo denunciaban. Es así que aún anda suelto por los rincones más oscuros del acuario, asechando con su boca de ventosa y al menor descuido, atacara y dará muerte a quien ose de cruzársele por su camino solo con el único fi, ser el dueño del Acuario.
Bueno amigos, esa el la historia de mi pececillo que aún no es capturado, pero como dice el refrán. “No hay fecha que no se cumpla, plazo que no se venza, ni deuda que no se pague”, y así que de un momento a otro, será desterrado para siempre del que fue su única obsesión “Su Acuario”.